Corazón de pájaro negro
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos
has terminado sola
lo que nadie comenzó.
ALEJANDRA PIZARNIZ.
lunes, 15 de diciembre de 2014
El hospital de las muñecas
Material: celuloide.
Pelo: natural.
Ojos: acrílicos.
Articulada: brazos y piernas.
Me gusta jugar con las
muñecas. Con las cosas
pequeñas. Como están
muertas se que no volverán
a moverse. Eso es bueno.
Les lavo el pelo en el agua de
las alcantarillas. Les lleno
la boca de carne aunque
después la vomiten. Tengo
derecho sobre vosotras.
"El hospital de las muñecas" (2015).
Begoña Callejón.
lunes, 22 de agosto de 2011
LAS RAPACES DE JOICE MANSOUR
Las rapaces te persiguen, tratas de escapar, pero el paisaje - desnudo desprecia a quien vive cerca del sexo del diablo, lo sabes, corre, se te hace tarde, desgarra tu vientre y observa tus senos consumidos por el aire podrido, por la sangre de los niños. Lascivia en tus ojos cuando ves el cadáver, canciones guturales nacen de las montañas. Tu abuela te lo advirtió: no mojes la cama, que sean otros los que lo hagan. Tus piernas haladas cuelgan del campanario desde hace diez días, quince o tal vez desde siempre. Agáchate que no te vean. Corre. Corre. Ya están aquí los sátiros para hacer de tu flujo un lugar de descanso. Sé que quieres. Sé que tu cuerpo levanta la cabeza: Quieres alimentarte, quieres saciarte. Acuérdate de Dios, de cuando rezabas en la oscuridad, de cuando los pecados dejaban de serlo tras ser nombrados. Una perra en celo con los cabellos secos te desafía. No sientes miedo, tú has buscado un nombre, un estremecimiento, sólo querías leche fresca, que tus hijos se meen de odio.
He despertado. Nunca he tenido ideas propias. Me estoy ahogando. Mis pulmones y mi sexo se excitan cada segundo con mis recuerdos. La ventana está abierta. Amanece. Mis sueños se esconden dentro de casa. SALIR DE AQUÍ. Él no se despierta. Pasado – Presente – Futuro. Tiemblo. Un hermano ausente. Despierta. Despierta. Despierta. Tienes que consolarme. Darme la mano. Yo escupiré sobre sus huesos, no te preocupes. La huérfana te mostrará que su piel ya no es como la nuestra. Me vuelvo a la cama saciada de desprecio. Esta jaula lame mis pies de plástico. Te levantas frotándote los ojos. Me tomo el zumo, las tostadas (tengo que hacerlo). Ella lo quiere así. Después lo haces tú. Me mareo. Shhhh… Los fantasmas se quieren ir a dormir… shhhh… Su sueño es plácido, yo no espero nada. Me sujeto a ti, hermano, para no hundirme. Mis ojos enrojecidos dejan de hablarle a los muñecos, a los personajes imaginarios, a la infancia. Sé que mi vida será un ovillo de comienzos. ¿He madurado ya? ¿Cuándo ocurre eso? Oigo sirenas. Golpes en la puerta de la entrada. Ahora es cuando deseo que no abran la puerta.
lunes, 18 de julio de 2011
BRUJERÍA, HERMANAS BRÖNTE Y UN TAZÓN DE LECHE
Emily, Anne y Charlotte se dan un baño en la bañera de su madre. Se hace tarde. La tierra las mece en silencio. Vagan por sombrías cavernas, conocen damas, elegantes señores y un anciano que les cuelga los vestidos rosas cada aurora. Esconden la mano, no se miran, las puertas de la noche devoran a las polillas. Abren las piernas y encuentran la mano. Buscan su nombre entre las olas que declinan con los años. Gritan. Consoladas. Sus rostros se iluminan en el espejo, sus risas florecen, observan la sombra de la cama y sus sexos resplandecen. Regresan a un país donde los esqueletos desnudos se trasforman en galanes caballeros. Las estrellas les sirven como colcha.
HERMANA MUERTE
Estás en el rojo terciopelo de mi vientre, en los gritos secretos que anuncian mi temblor de niña herida. Quiero mostrarme en ropa interior o tal vez desnuda. Quiero que dispares el gatillo, que me ahorques, que me asfixies, que abras mis ojos hacia los horizontes marinos. De noche buscas a tus hijas iniciadas en el mal. No quiero que me salves. No lo repitas. Las campanas tocan a muerto. Invítame a ser un ama de cría. Nuestros besos mueren, tu lengua, la de mi hermana, la tuya, la mía. Si me tiendo en la cama me pudriré. Baja conmigo las escaleras. Cuece un caldo espeso para el diablo. Brotan lágrimas de mis senos. La luna celosa, ocupa mis ojos.
miércoles, 29 de junio de 2011
Lilith
Lilith es un demonio hembra que merodea por las ruinas. Y un sátiro llamará a otro; también allí reposará Lilith.
Isaias 34,14
Tú traes un rumor a mi tragedia. Te anuncias, Asmodeo, como un caminante en un río de piedras que sollozan, pero no, es el Mar Rojo y tú, estás maldito. Desatas mi cabello y yo te empujo. Soy yo la que debe hacerlo. Yo soy el pájaro emboscado en la lujuria. Una grieta en el muro del Edén. Una vez fui una ofrenda pero ahora soy música para la sangre. Amado rostro entre las sombras, no me muestres el camino, mi nombre llegará lejos. No soy bruja, no soy puta, soy una mujer que jadea ante los hilos futuros. Crea un jardín petrificado desde la que me creó hasta mi y entonces, te seguiré. Toca mis hombros y deja que tus manos se resbalen. El sauce de Innana observa nuestras manos, sin ramas y sin hojas. Ahí está mi hogar. Junto a las imágenes obscenas de mi libertad. Anzu y la serpiente luchan en el árbol de la vida. Y que suene siempre la música, para asistir al nacimiento de los sátiros, de las mujeres cubiertas de ojos, bañadas por el sexo. No tengo la boca cosida. No tengo los párpados cosidos. Tengo gestos en mi cuerpo que borran la amplia gama de los miedos.
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro abandone el ramo en el umbral.
Y te perderás en esa imagen presentida.
Yo ya he volado.
Inédito