Has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos
has terminado sola
lo que nadie comenzó.

ALEJANDRA PIZARNIZ.

miércoles, 29 de junio de 2011


Lilith



Lilith es un demonio hembra que merodea por las ruinas. Y un sátiro llamará a otro; también allí reposará Lilith.

Isaias 34,14





Tú traes un rumor a mi tragedia. Te anuncias, Asmodeo, como un caminante en un río de piedras que sollozan, pero no, es el Mar Rojo y tú, estás maldito. Desatas mi cabello y yo te empujo. Soy yo la que debe hacerlo. Yo soy el pájaro emboscado en la lujuria. Una grieta en el muro del Edén. Una vez fui una ofrenda pero ahora soy música para la sangre. Amado rostro entre las sombras, no me muestres el camino, mi nombre llegará lejos. No soy bruja, no soy puta, soy una mujer que jadea ante los hilos futuros. Crea un jardín petrificado desde la que me creó hasta mi y entonces, te seguiré. Toca mis hombros y deja que tus manos se resbalen. El sauce de Innana observa nuestras manos, sin ramas y sin hojas. Ahí está mi hogar. Junto a las imágenes obscenas de mi libertad. Anzu y la serpiente luchan en el árbol de la vida. Y que suene siempre la música, para asistir al nacimiento de los sátiros, de las mujeres cubiertas de ojos, bañadas por el sexo. No tengo la boca cosida. No tengo los párpados cosidos. Tengo gestos en mi cuerpo que borran la amplia gama de los miedos.

Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro abandone el ramo en el umbral.

Y te perderás en esa imagen presentida.

Yo ya he volado.

Inédito

viernes, 3 de junio de 2011

PROCESO CREATIVO

Pienso que los poemas aparecen cuando menos nos lo esperamos como si se tratase de un relámpago, y para mí, eso es el proceso creativo. En mi caso siempre que escribo un poema es como si lo hiciera por primera vez, me surgen las mismas dudas e inseguridades, pero a la vez también sufro el mismo tipo de delirio que sentía cuando comencé a escribir. Y con esta parte es con la que me quedo. A veces los escritores intelectualizamos demasiado. Es como si la vida fuera una imposición dogmática, cuando en verdad la vida tiene más de divagación, de duda y de conjeturas. Se dice que una obra nunca está acabada pero llega un momento en el que decides enviarle tu obra al editor pase lo que pase, en mi caso este proceso suele ser bastante rápido, quizá me caracterice por arreglar lo mínimo, me preocupa mucho que la historia cambie, y que esas emociones dejen de ser mías. Algo que valoro es la doble realidad, por ejemplo, si estás en un restaurante ves la mesa servida, camareros, personas comiendo... Pero lo que no ves es la cocina. La simultaneidad de esas dos realidades me fascina; y esto puede ocurrir tanto en el relato como en el poema. Siempre que viene una idea a la cabeza el escritor suele sacar una pequeña libreta para poder recordar esa imagen que ha presenciado o el sentimiento que le ha provocado, yo personalmente unas veces lo hago y otras no, a veces se me olvida cogerla de casa. Algo en lo que nos diferenciamos también los escritores es si primero buscamos el título del poemario o damos paso directamente al texto. En mi caso busco primero el título y la temática del libro, necesito tener una estructura base para comenzar a escribir, pero esta estructura está en mi cabeza no me valgo del papel, suelo estar enganchada a las nuevas tecnologías. Esto no quiere decir que cuando me dispongo a escribir tengo todo organizado, parecerá una contradicción pero a partir de esa idea dejo que fluyan todos mis sentimientos, escribo todo lo que siento y después recorto. Lo principal a la hora de escribir es contactar con tus emociones.